Para vender, no hay que vender

Vender y resaltar teniendo en cuenta la saturación de la información y ofertas del mercado. 

¿Entonces cómo nos diferenciamos?

La clave es vender sin vender, un enfoque más sutil y enfocado al cliente que en la venta en sí misma.  Es un enfoque que busca construir relaciones a largo plazo y fomentar la confianza y la lealtad del cliente en lugar de simplemente cerrar una venta. En lugar de presionar a un cliente para que compre un producto o servicio, vender sin vender implica escuchar atentamente las necesidades del cliente y ofrecer soluciones que satisfagan esas necesidades. Se trata de educar al cliente sobre los beneficios del producto o servicio y cómo puede ayudarle en su vida o en su negocio.

Además, vender sin vender también implica ser honesto y transparente con el cliente. En lugar de exagerar las características y beneficios del producto o servicio, se trata de ser realista y presentar las cosas tal como son.

Se trata también de conquistar el top of mind del cliente objetivo a través de un esfuerzo continuo y estratégico, donde comprendamos quién es nuestro cliente objetivo antes de salir al mercado con promociones, propuestas u ofertas. La clave es mapear que le importa a tu cliente, cuáles son sus deseos, cuáles son sus preocupaciones, pero sobre todo cuáles son sus problemas. 

Lo he dicho y lo repito, la clave no es enamorarte de tu solución o producto, es enamorarte del problema de tu cliente, de esta forma podrás comunicar de manera efectiva y ser coherente en el mensaje al sincronizar lo ofreces con tu propuesta de valor que ataca el problema de tu cliente.